Siempre he sido una gran fan de los nuevos comienzos, pero admito que nunca me ha gustado mucho establecer grandes metas para el «año nuevo». En los últimos cinco años, enero ha sido un mes complicado: lleno de exámenes universitarios, estrés y noches mal dormidas. La verdad es que siempre me ha parecido el peor momento para hacer cambios importantes o comenzar nuevos proyectos. Para mí, enero era el mes de «modo de supervivencia», en el que el objetivo era no dejar materias pendientes.
Por eso, adopté una práctica diferente: las resoluciones de año nuevo en febrero. Sí, puede sonar extraño, pero esta estrategia terminó funcionando mucho mejor para mí.
Este año, sin embargo, no hay exámenes (¡por fin!), y para celebrar mi primer enero libre de estrés desde 2016, decidí crear este blog. Un espacio donde puedo compartir ideas, reflexiones y, por supuesto, mis propios desafíos personales.
Aquí están mis dos grandes focos para los próximos meses:
- Puntualidad: Sí, es un problema. ¡Un problema serio! Quienes me conocen saben que la puntualidad no es mi fuerte, pero eso va a cambiar. Este año, haré un esfuerzo para organizar mejor mi tiempo y, finalmente, decir adiós a ese famoso «llegar 5 minutos tarde». ¡Confía en mí, estoy comprometida!
- Creatividad: Mi objetivo con este blog también es desafiarme a ser más creativa. Durante mucho tiempo, sentí que mi lado creativo estaba dormido, y quiero despertarlo, experimentando nuevas formas de expresar ideas e inspirarme. El blog nació precisamente con ese propósito: ser un ejercicio continuo de creatividad.
Por ahora, eso es todo. Gracias por estar del otro lado, y espero que disfruten de lo que está por venir. ¡Si tienen alguna resolución que también empezaron tarde o si suelen procrastinar, compártanla conmigo en los comentarios! ¡Hablemos de ello!
P.D. Para los amantes del texto justificado, lo siento… estoy intentando mantener un estilo más libre y fluido por aquí.
Deja una respuesta